En la casa tradicional gallega, como en toda muestra de arquitectura popular, la forma sigue a la función y los materiales de construcción son aquellos que el medio ofrece de manera natural: piedra y madera.
Estas edificaciones son la herencia de un pueblo integrado en su entorno y muestra de su quehacer.
Sus muros de piedra aíslan perfectamente tanto del frío como del calor.
La planta de abajo se compone de tres elementos:
- cuadra
- pocilga
- bodega
También podemos encontrar un "sequeiro", lugar de preparación y conservación de las castañas.
El acceso a la vivienda, que está en la planta superior, se hace por una escalera de piedra exterior que acaba en un descansillo o corredor al que van a dar la cocina y los dormitorios.
El hecho de que los animales vivan debajo, ayuda a mantener la vivienda caliente, ya que el calor tiende a subir.
Una parte importante en la vivienda gallega es la "lareira" (espacio de la cocina donde se enciende la lumbre). Con el fuego en el centro y los utensilios de cocina colgados, es el lugar donde se guisa y se pone a secar la carne de la matanza. La "lareira" es además un espacio de encuentro para la familia y los vecinos, tanto por el calor físico, como por su espacio acogedor que invita a la conversación.
Lareira |